miércoles

Hay algo peor que ser filósofo: ser esposa de filósofo




Tomado de: Los peores empleos en la historia




#14 ESPOSA DE FILÓSOFO


Ideal para: Brillantes jóvenes rubias de la Universidad de Essex.

Especificaciones de trabajo: Mientras que su inútil marido está afuera, en la plaza del pueblo, hablando acerca de cuántos ángeles pueden bailar en la punta de un alfiler, o comparando el mundo de las ideas y el mundo de las cosas y contemplando cómo danzan las sombras en las paredes de una cueva, usted es responsable de alimentar a los niños. Puesto que las mujeres griegas eran respetadas apenas un poco más que los filósofos griegos (por lo menos no las decapitaban), sus ingresos provenían de lavar ajeno, de recolectar el grano que dejaban caer los segadores o de ayudar a los fabricantes de vino –un empleo agotador y repugnante que suponía pasar largas horas bailando sobre uvas.

Desventajas: Tener que ganarse el alimento para los niños y –no suficiente con eso- todavía tener que trabajar en la cocina, es algo que acaba con sus nervios, y es inevitable que usted regañe y sermonee a su marido. Sus palabras e invectivas son conservadas para el mundo en los Diálogos de Platón, donde injustamente le endilgan a usted la etiqueta de ARPÍA. En cambio, el inútil de su marido es declarado PADRE DE LA FILOSOFÍA.



Ventajas: Por lo menos usted puede estar segura de que él no la engañará. Ninguna otra mujer querría a ese tipo.


Trad: Babelfish y wg

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