En 1770 James Beattie expuso su crítica al ateísmo militante. Aunque Beattie pensaba particularmente en los creyentes cristianos, su argumento -que podemos llamar "argumento del consuelo"- puede ampliarse a cualquier creyente teísta que padece en este mundo. Aquí el argumento:
Sea S el creyente teísta.
Su creencia en el teísmo (esto es, en un dios amoroso y en una vida post mortem) le proporciona a S un gran consuelo, un gran bien.
Pero además S no puede recibir un bien comparable de ninguna otra fuente.
Por tanto, privarlo de este bien, de este consuelo, es una pérdida significativa para S.
Por ello privar a S de este gran bien empeora significativamente su vida.
Ahora, está mal empeorar la vida de alguien sin compensación suficiente.
Pero los ataques del ateísmo militante no proporcionan a S una compensación suficiente.
Por tanto, los ataques del ateísmo militante están mal.
Stanford Encyclopedia of Philosophy
Pero hay más. De acuerdo a Bernardo Kastrup, los ataques a la religión o al teísmo por parte de los ateos militantes -la élite académica o científica "ateo-materialista"- son, simplemente, la manera de consolarse a sí mismos por la pérdida del sentido que, antaño, proporcionaba la religión. Sobre esto, recomiendo encarecidamente leer:
How militant atheists stole your sense of meaning to enhance theirs